lunes, 21 de noviembre de 2016

Adelante

Así llega, al fin el fin. Esa esquina que no queremos doblar, el instante que vivimos evitando, el momento en que, llenos de vértigo nos toca abandonar de un salto nuestro edificio en llamas.
Escapar de los escombros, salir en una balsa del barco que inevitablemente se hundirá. Ya sabes, apagar la fogata, tapar los espejos, soplar la vela. Barrer, quemar las naves, cerrar las cortinas, nadar a la orilla. Hacer maletas, saltar de nuestro coche sin frenos, abrir el paracaídas. Salvarnos la vida.
 Por que al final, es mil veces mejor cojear con nuestra vida en brazos, que bailar con el alma en brazas.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Náufragos a propósito

Habrá días en que los cielos estén oscuros para nosotros. Cuando parezca que el mundo está en nuestra contra. Bueno... tenemos suficiente amor para crearnos un mundo propio. Haremos el amor, como dos desterrados. Olvidaremos todo entre caricias y sutiles gemidos. Nos perderemos, en nuestra respiración acelerada. Tatuaré mis besos por cada rincon de tu cuerpo, me perderé en tu cuello, te apretaré contra mi. Y cuando un último suspiro de placer eleve mi voz al cielo, habremos recordado que nos pertenecemos y que no existe nada mas hermoso que el tenernos el uno al otro.

sábado, 19 de noviembre de 2016

En un parpadeo


No te enamores del recuerdo, no suspires con las cartas viejas y arrugadas, piensa que la rosa guardada entre las hojas de tu libro preferido de poesía ha perdido ya su aroma y  el rastro de su jardín.
Piensa que existe este momento, pero nadie nos asegura donde estaremos cuándo la manecilla larga del reloj bese su siguiente posición. Cuán cerca de mi habrás llegado ó cuán difícil será despedirte para siempre.
No me prometas quererme toda la vida, ni todo el día ni toda la noche,    por qué finitos somos y efímera es tu sombra.

Por qué yo te amo. Te amo ahora, en este momento que te veo durmiendo y no se qué tanto habrá crecido esto en mi pecho cuando respires en el siguiente segundo o cuantas ganas tenga de no volver a verte para cuando escriba la siguiente palabra.

Así funcionan mis engranes, a base de la incertidumbre.
Desgraciadamente eres mi vida y vivo deseando que seas mi muerte por qué sólo así tendría asegurado terminar en tu regazo sin importar el camino que elija tomar o el camino qué elija tomarme.